Ambas son necesarias y complementarias en los mercados financieros
Ambas son necesarias y complementarias en los mercados financieros
En primer lugar, es necesario distinguir ambos términos, que a menudo se confunden o se consideran lo mismo, pero sería más correcto el decir que son las dos caras de una moneda.
Invertir es adquirir un activo a largo plazo manteniendo el importe invertido y a su vez obtener un beneficio de ello. En este sentido, es necesario un análisis concienzudo y profundo de mercado en diversos factores.
Por otro lado, especular es realizar la adquisición de un activo e intentar obtener un beneficio en un plazo corto de tiempo. Otra manera de decirlo es, hacer “trading”.
Los procesos especulativos son continuos, es decir, se realiza la misma acción de adquisición y cierre de posición muchas veces.
A simple vista, ya distinguimos una diferencia fundamental entre ambos conceptos. Esta diferencia inicial es el horizonte temporal.
Otra diferencia a tener en cuenta entre ambas operaciones es la cuestión de los costes, siendo mucho mayores al especular, pues se realizará el pago de muchas comisiones.
En ambos casos, será necesario, ya sea para invertir o especular, la aplicación de una estrategia, diferente en cada caso, siendo necesaria para la estrategia inversora hacer hincapié en una correcta diversificación, mientras que en las estrategias de carácter más especulativo es necesaria tener una noción o medida más concreta del riesgo.
Hablando del riesgo, otra diferencia fundamental, dados los diferentes instrumentos con los que operan inversores y especuladores. Mientras los inversores operan instrumentos con menor riesgo (Acciones, Fondos) los especuladores, a fin de obtener mayor rentabilidad en un período más corto de tiempo, operan generalmente con instrumentos que meriten el apalancamiento, lo que aumenta el riesgo y la posibilidad de perder incluso todo su capital.
En ambos casos podríamos obtener una rentabilidad similar, pero en tiempos diferentes. A corto plazo, el retorno potencial será mayor con la especulación, pero como hemos comentado, aumentando el riesgo.
Podemos resumirlo en esta tabla:
Warren Buffet es uno de los grandes Inversores del mundo. Por otro lado, y por mencionar a la otra parte, George Soros es uno de los grandes especuladores. En este sentido, podemos comprobar en el ejemplo de estas dos grandes personalidades que ambas opciones pueden ser buenas siempre que se tenga clara la estrategia.
Sin embargo, en ambos casos existe un problema similar, que es saber cuando salirse de un valor, o una posición especulativa en bolsa. Es común por parte de inversores o especuladores, sobre todo al inicio, de pecar de impacientes y no dejar finalizar la estrategia que inicialmente se había marcado cómo válida, ya sea para limitar las pérdidas o dejar correr las ganancias, haciendo justamente lo contrario, esto es, dejar correr las pérdidas, con esperanza de que se repongan, con el riesgo que esto supone de aumentar las pérdidas previstas inicialmente en la estrategia inicial, y también el de limitar las ganancias en lugar de dejarlas correr, cerrando posiciones antes del objetivo cuando ya se ha obtenido cierto beneficio. En ambos casos, la mente humana juega malas pasadas, al echar por tierra la estrategia definida en un momento dado.
El problema puede venir cuando no sabemos como diferenciar entre si lo que queremos es invertir o especular. Anteriormente mencionábamos a Warren Buffet, y nos hacemos ahora eco de una cita suya: “Nada seda la racionalidad como grandes dosis de dinero ganado sin esfuerzo” (Chairman ́s Letters to Berkshire Hathaway Shareholders- 2000).
Es en estos momentos de crisis, cuando todo está por el suelo, o en momentos de euforia, con las burbujas inherentes a esta, que pone a valores en máximos, muchas veces a un ritmo espectacular, cuando existen dudas sobre si se está invirtiendo o especulando.
Un ejemplo claro de esta situación es la de los bitcoins en 2017. En dicho año, aumentó en más de 18 veces su precio.
Aquí se desdibuja la línea en si se está especulado o invirtiendo.
En conclusión, ambas opciones tienes sus pros y contras. Es cuestión de identificar correctamente cuál se desea aplicar y respetar los pasos a seguir en cada una de las vertientes.
También podemos concluir que ambas son necesarias y complementarias en los mercados financieros.