En la actualidad puede resultar bastante atractivo recurrir a la bolsa para generar unos ingresos extra, y del mismo modo surgen muchas dudas acerca de los riesgos que se pueden incurrir a la hora de invertir en bolsa, ya que al ser renta variable podemos perder toda la inversión que se ha realizado.

Una de las variables que hace que tenga la bolsa un gran atractivo es por la libertad que ofrece, ya que el inversor puede decidir en cualquier momento el timing de entrada y salida de una operación, el producto con el que se desea realizar la inversión y lo más importante, establecer un stop de pérdidas para minimizar el riesgo de la operación. Para ello, se ha de establecer un equilibrio entre el binomio riesgo/rentabilidad óptima, para qué aun siendo la probabilidad de éxito en la operación menor que la de fracaso, en el conjunto de la cartera se obtenga una rentabilidad positiva.

La regla más importante a la hora de invertir en bolsa es la disciplina, de esta manera se logrará aumentar las posibilidades de éxito en bolsa, en definitiva, tener un método de inversión que nos permita tener resultados positivos en el largo plazo para hacer frente a las posibles pérdidas que se pueda incurrir en alguna operación. Todo ello, unido con la experiencia que pueda generar operar en el mercado real, causando un efecto en el inversor que le llevará a medir sus emociones para no moverse por el miedo y la avaricia.

La manera de generar un hábito que nos lleve a tener éxito en nuestras operaciones es mediante la utilización de un análisis técnico o fundamental, para saber la compañía en la que se desea invertir y lograr alcanzar el éxito en nuestras inversiones. Resulta fundamental definir la estrategia con la que queramos invertir, pero no existe la estrategia perfecta, simplemente hay que elegir la que nos haga sentir más cómodos. Mediante este tipo de métodos se tratará de predecir el comportamiento fututo de los precios de un instrumento financiero y establecer el momento oportuno de entrada para lograr conseguir el máximo beneficio posible.

El dinero disponible que se destine a una inversión en bolsa tiene que ser aquel que no se vaya a necesitar ni en el corto ni medio plazo. Por ello, resulta imprescindible definir un horizonte temporal idóneo en el que se pueda desarrollar la inversión. La manera de poder soportar las pérdidas si llegase el caso, sería mediante el establecimiento de una cartera diversificada en el que se puedan minimizar los riesgos. La diversificación es imprescindible y fundamental a la hora de invertir en bolsa. Aunque pueda mermar algo la rentabilidad de la cartera, se diluyen en gran medida los errores de inversión.

En conclusión, la inversión en bolsa debe ir unido al establecimiento de unas reglas que nos aporten disciplina, junto con la experiencia que nos pueda generar operar en el mercado real para logar aprender de los errores y de este modo conseguir una estrategia que se ajuste a las necesidades de cada inversor mediante la diversificación de la cartera. Por último, lograr conseguir una rentabilidad/riesgo optima para ampliar nuestro horizonte de inversión y podamos llegar a entender el comportamiento de los mercados y tener una impresión positiva de ellos.