Conceptos básicos para operar bonos
Operar bonos ha sido históricamente de las operaciones más comunes para inversores de muchas regiones del mundo, dado que se trata de un producto de renta fija, simple y con un perfil de riesgo, generalmente, más conservador que los instrumentos de renta variable o derivados.
Aunque son bastante simples, hay varios elementos que es conveniente considerar para operar con bonos, los cuales vamos a repasar en este artículo.
Vamos a tener en cuenta a modo de ejemplo la siguiente imagen que muestra datos de la plataforma de Reuters:
En términos generales, un bono es un instrumento de deuda mediante el cual un estado o una empresa se compromete a rescatar la cantidad emitida en cierta fecha futura, pagando, a cambio, una tasa de interés o cupón de manera regular hasta la fecha de vencimiento. De acuerdo con la naturaleza del emisor, los bonos se dividen en soberanos y corporativos, dependiendo de si la emisión corresponde a un estado o a una compañía, respectivamente.
Estos tres elementos en conjunto son los que usualmente se usan para identificar un bono: Argentina 8,75% 07-May-2024, en el ejemplo anterior, es un bono soberano emitido por Argentina, que paga una tasa de interés anual del 8,75%, con fecha de vencimiento el 7 de mayo de 2024.
Como puede haber varias emisiones con el mismo cupón y vencimiento, la forma estándar de identificar un bono es mediante su ISIN, que es un código de 12 dígitos que identifica de manera inequívoca la emisión. En nuestro ejemplo sería ARARGE03H413.
La emisión primaria de un bono se lleva a cabo a un precio nominal de 100, pero a medida que el bono se opera en el mercado secundario, su precio de mercado va variando: sube cuando hay mayor demanda que oferta y baja cuando ocurre lo contrario. Es decir, el valor par o nominal que el emisor paga al tenedor del bono a su vencimiento nunca varía, siempre es 100, pero su precio de mercado sí que cambia, como el precio de cualquier bien.
Cuando un inversor compra un bono con un valor nominal 100 a un precio inferior a 100, por ejemplo 93, es lógico que lo que obtendrá de mantener el bono hasta su vencimiento será un rendimiento anual superior al cupón, ya que además de recibir cupones, anualmente también recibirá un nominal al final del período (100) superior con respecto al precio que pagó cuando lo compró (93).
De manera muy simple, se denomina Yield To Maturity (YTM) o rendimiento hasta el vencimiento, a la tasa de rendimiento anual obtenida por el comprador del bono en el caso de mantenerlo hasta su vencimiento. En este ejemplo, dado que el precio del mercado del bono argentino es 109,03, su YTM será inferior a su cupón: 5,969% frente al 8,75%.
Otra característica importante que considerar cuando se operan bonos es su liquidez. Recordemos que los bonos son instrumentos principalmente over-the-counter (OTC), que no se operan en una bolsa de valores única que consolide todas las órdenes y operaciones colocadas en el instrumento (como ocurre con las acciones o con los futuros), sino que las operaciones se dan entre brokers, de manera no unificada. Este hecho, sumado a que el volumen de ciertas emisiones puede ser limitado, hace que la liquidez de un bono pueda ser baja y que el spread (diferencial) entre su precio de venta y de compra (BID/ASK) pueda ser significativamente alto. En el caso de bono en nuestro ejemplo, su precio de venta cuando se hizo la foto era 108,03, y su precio de compra de 109,03.
Otro aspecto relacionado con la liquidez que se debe tener en cuenta es la cantidad mínima operable. En la imagen vemos que el campo “Min. Denomination” indica 1, es decir, que puede operarse cualquier cantidad que sea múltiplo de 1. Si el inversor deseara comprar 47.512 dólares nominales, podría hacerlo. Muchos bonos, sin embargo, tienes cantidades mínimas operables definidas de 100.000, 150.000 o 200.000 dólares, por ejemplo, por lo que no es posible operarlos en cantidades inferiores.
El campo “Coupon Type”, nos indica básicamente si el bono tiene un cupón fijo o variable. La mayor parte de los bonos son de cupón fijo, es decir, se emiten con un cupón o tasa anual que permanece fija hasta su vencimiento. Sin embargo, hay otros que tienen un cupón variable, normalmente vinculado a la tasa LIBOR, y se define como LIBOR +x%. En otras palabras, el cupón tiene un componente variable (la tasa LIBOR, que va cambiando cada día) y un componente fijo de “x%” por encima de dicha tasa.
En general, los bonos pagan su cupón anual en un, dos o cuatro pagos, distribuidos a lo largo del año. La frecuencia del cupón se puede ver en el campo “Coupon Frequency”, que en nuestro ejemplo muestra “Semiannually”, indicando que la tasa anual del 8,75% se divide en dos pagos por año de 4,375% cada uno.
La frecuencia de pago del cupón determina otra de las particularidades de realizar operaciones con bonos: la existencia de cupón corrido. Si un inversor compra un bono hoy, además de su precio de mercado, también tendrá que pagar al vendedor el cupón acumulado entre la fecha del último pago de los intereses y la fecha actual, ya que se trata de un derecho del tenedor durante esa fecha recibirlo. Ocurre lo contrario al vender un bono: además del precio del mercado, el vendedor recibe el cupón acumulado. Es aconsejable verificar este elemento siempre en el momento en el que se opera y determinar la cantidad nominal que se va a adquirir.
La última característica relevante de operar con bonos que vamos a explicar en este artículo es su carácter de asegurados (secured)/ no asegurados (unsecured). Cuando una emisión de deuda no tiene otro seguro o respaldo que el dado por el crédito o la reputación crediticia del propio emisor, se dice que es un bono no asegurado (también denominado debenture). Cuando, por el contrario, ciertos activos del emisor han sido destinados y reservados específicamente a efectos de respaldar la emisión en el caso de incumplimiento, se dice que el bono es asegurado. En el campo “Rank” de nuestro ejemplo, podemos ver que el bono argentino de referencia es “no asegurado” (unsecured).
En artículos posteriores analizaremos otros aspectos también relevantes de los bonos, entre ellos, su rating o calificación crediticia.